lunes, 3 de junio de 2013

TODO VA BIEN, de SOCRATES ADAMS



Me enteré de la existencia de este libro gracias al blog Escritos en el viento de mi buen amigo José Ángel Barrueco, quien, además de ser un excelente escritor, es uno de los mejores lectores que conozco y solo recomienda material de calidad, bien sean pelis o libros. De no haber sido por él, quién sabe cuándo hubiera leído esta preciosidad. Bueno, vamos a ver, imaginaos que sois escritores y habéis terminado una novela y esa novela se llama Todo va bien. Decidís mandarla, con toda la ilusión de este mundo, a la mayoría de editoriales y agentes literarios de este país a la espera de que alguien la publique o la represente de cara a su futura publicación. Dejando a un lado las posibles sorpresas (siempre las hay), os adelanto lo que van a contestar la mayoría de agentes y editores que se tomen la molestia de escribiros: "Bueno, no he entendido muy bien la historia... Es un libro absurdo... Hay pocos personajes y no tiene sentido que uno de ellos sea un bebé-tubo... Le falta intriga... Ahora lo que se lleva es la novela negra; ¿tienes algo de novela negra?... El estilo es muy simple... No sé si este libro es muy comercial... Quizá deberías ir a un taller de escritura..." Vamos a dejarlo antes de que me ahogue en mis propios vómitos. Digo esto porque tengo cada vez más la sensación de que la mayoría de personas que trabajan en el mundillo editorial (he dicho la mayoría, no todas) no tienen la más remota idea de lo que hacen y todo ese asunto de la literatura les viene enormemente grande. ¿Falta de lecturas? ¿Limitaciones mentales? ¿Lobotomización? ¿Problemas educativos? ¿Problemas emocionales? Ya no sé qué pensar, pero el caso es que estoy muy preocupado. La demostración de esto estriba en que uno se esperaría que esta maravillosa novela de Socrates Adams, escritor inglés revelación (al menos para mi gusto), saliera en alguna editorial de renombre como Anagrama, Random House o Planeta, y sin embargo la vemos publicada por Pálido Fuego, una pequeña editorial independiente de Málaga con las ideas muy claras y buen criterio literario. ¿No debería ser un deber de las editoriales poderosas hacernos llegar los mejores productos del mercado en lugar de los bodrios sobre vampiros y fin del mundo y novela negra? Estamos hasta los mismísimos cojones de novelas negra, así que dejad de atosigarnos tanto, joder. Por ello, felicito a los editores de Pálido Fuego por este descubrimiento y por mantener encendida una llama de esperanza, o mejor dicho un pálido fuego, en la literatura contemporánea. Ahora vamos a hablar del libro. Verán, es la historia de Ian, un vendedor de tuberías que sueña con viajar a los Alpes Franceses con Sandra, la chica de la agencia de viajes, y encontrar un poco de amor y felicidad. Nada más. Pero resulta que su jefe no está satisfecho con su trabajo y lo relega al puesto más miserable en la empresa: Encargadillo de Mierda. Luego le entrega un tubo y le dice que tendrá que cuidar de él como si fuera su hijo. Y encima lo observa con una webcam las veinticuatro horas de día. Delirante. Y resulta que Ian coge el tubo y le pone nombre Mildred, y empieza a hablarle y a tratarlo como un bebé de verdad. Le compra un carrito y lo lleva a pasear, le da de comer, lo acuesta. Esto, sumado a un estilo narrativo perfecto, hace que te descojones vivo durante la lectura, aunque es una risa amarga que oculta detrás un denso halo de tristeza, un mensaje directo para todas las personas sumisas que se dejan esclavizar por un trabajo alienante de oficina en el que la única esperanza es encontrar las fuerzas para levantarse al día siguiente. Porque la sumisión y la pasividad lo ahogan todo, y al final las cosas siempre salen al revés: los Alpes franceses se convierten en los Alpes Italianos, la atractiva Sandra es sustituida por tu jefe y el amor se va a tomar por saco en un abrir y cerrar de ojos. Una novela divertida, triste, profunda y sobre todo universal, pues todos hemos sido, somos o seremos Ian en algún momento de nuestras vidas. Algunos fragmentos excelentes:

"Toda interacción humana es una venta. Voy a venderte mi personalidad y mis atributos físicos mientras interactuamos. Voy a construir una relación de confianza genuina y cálida contigo. Voy a hacerte cientos de preguntas abiertas para que no puedas responder sí o no, y que de este modo nuestra conversación no acabe nunca. Voy a demostrarte que soy un oyente activo repitiéndote como respuesta todo lo que me digas de un modo condensado. Vamos a ser grandes amigos" (pág. 20).

"Steve dice que lo normal en los humanos es consumirlo todo y continuar queriendo más. ¡Por eso necesitamos comprar más cosas! Para poder consumirlas. AquaVeg es único porque puedes consumirlo y también puedes emplearlo para ganar dinero y comprar otras cosas para consumirlas. Ese es el sueño primordial de las personas que viven en nuestra cultura consumista" (pág. 96).

"Supongo que la principal diferencia entre los tubos y los humanos es que los tubos pueden aguantar la miseria, indefinidamente, sin volverse locos. Los seres humanos no pueden soportar toda esa desilusión y miseria sin que la mente se les haga picadillo... El problema de los humanos es que no saben para qué fueron fabricados. Ninguno sabe cuál es su estado natural. Por eso hay tantos que dan vueltas y provocan molestias y acaban no haciendo nada en toda su vida" (pág. 108).

Mejor lectura del año hasta el momento. Mi más sincera enhorabuena al autor y sobre todo a los editores de Pálido Fuego por brindarnos esta magnífica novela. Masterpiece.