viernes, 30 de diciembre de 2011

EL PRISIONERO DEL CIELO, de CARLOS RUIZ ZAFÓN


Soy de los que creen que todo gran escritor tiene un cañonazo guardado en la manga y que tarde o temprano, a lo largo de su carrera, lo va a sacar para consolidar su talento ante los lectores y asegurarse su butaca en el Olimpo. El cañonazo de Carlos Ruiz Zafón, autor a quien admiro muchísimo, se titula La sombra del viento y salió hace casi una década, en abril de 2002. Alguien podría tacharlo de autor "comercial" al estilo Ken Follet, pero incurriría en una equivocación, pues poco tiene que ver la calidad literaria y la asombrosa capacidad por tejer una historia de Carlos con las buenas intenciones del listillo de Ken. Bien, ahora la pregunta es: ¿qué ha pasado en esta última década con el señor Zafón? Os lo voy a decir de manera escueta, ya que han ocurrido principalmente dos cosas: 
a) Se ha forrado (y yo me alegro mucho porque creo que es bueno);
b) Ha considerado oportuno, bajo el asesoramiento de algún agente muy listo o de algún genio de Planeta, convertir su gran éxito en una serie para así forrarse todavía más (de eso ya no me alegro tanto).

Bueno, dejemos a un lado el punto A, ante el cual me quito el sombrero, y pasemos al análisis del punto B, ante el cual me rasco la cabeza en señal de apabullamiento. Hace tres años Planeta sacó, justo antes de Navidad (no son listos ni ná) El juego del ángel, segunda entrega de los libros cuyo trasfondo es la Barcelona de primera mitad de siglo y el elemento clave el Cementerio de los libros olvidados. Todo muy guapo y cargado de misterio, así que me regalo a mí mismo el libro por Navidad y lo leo en un par de días. Resultado: no me gusta, me huele a sopa recalentada con un final que deja mucho que desear y parece tirado por los pelos. Me digo: Carlos sigue siendo grande con su escritura, pero la historia ha perdido su fuerza y sobre todo su autenticidad. Ahora, tres años más tarde, los de Planeta creen que ha llegado la hora de lanzar El prisionero del cielo (en época navideña, faltaría más) y confirmarnos a todos los lectores que ha nacido una serie made in Zafón y que todos los libros están relacionados y si quieres saber más te tienes que comprar el siguiente. El famoso to be continued de las series americanas que tanto jode. En este nuevo episodio regresan Daniel y Fermín, los héroes de La sombra del viento, para afrontar el mayor desafío de sus vidas cuando un inquietante personaje visita la librería de Sempere y amenaza con desvelar un terrible secreto que lleva enterrado dos décadas en la oscura memoria de la ciudad. Al conocer la verdad, Daniel comprenderá que su destino lo arrastra inexorablemente a enfrentarse con la mayor de las sombras: la que está creciendo en su interior.
Si queréis mi opinión, os diré que El prisionero del cielo sería un gran libro, casi tan grande como su padrastro, si no fuera porque abre un montón de interrogantes hacia la mitad que se quedan sin responder y que al final se solucionan con la frase: Su historia no ha terminado. Acaba de empezar. El mensaje es: si quieres saber qué cojones pasa, ya tienes regalo para el año que viene. Esto me huele a serie de zombies, a CSI Las Vegas, y me molesta porque sé que Carlos tiene un talento enorme, y estoy seguro de que podría escribir obras mucho más redondas y sorprendentes si dejara que La sombra del viento siga siendo lo que fue al principio, es decir una novela independiente con una historia sensacional como base, y no un caldo de la abuela de Gallina Blanca que puedes recalentar a ultranza. Inferido esto, me despido con dos humildes consejos, uno para Carlos y otro para los lectores:

Carlos: eres un grandísimo escritor y lo sabes. Cambia de rumbo y busca nuevos argumentos. Reinvéntate.

Lectores: a pesar de lo dicho, la lectura de esta novela es agradable y su historia engancha desde principio a fin, aunque la última parte me parece floja. Si lo compráis, estoy seguro de que vais a pasar un buen rato, pero es probable que a la postre os quedéis con un retrogusto amargo y necesitéis un chupito de whisky para digerirlo todo mejor. Feliz 2012 a todos. 


sábado, 24 de diciembre de 2011

LA TRACCIA DELL'ANGELO, DE STEFANO BENNI


Es curioso: la casi totalidad de libros que leo y reseño son en lengua española, pero ahora resulta que, en plena Nochebuena y justo antes de la cena familiar, os voy a hablar de la última novela del narrador italiano Stefano Benni, recién publicada por la editorial Sellerio con el título La traccia dell'angelo (en español, aún inédito, sería El rastro del ángel). Lo hago por una sencilla razón: estoy convencido de que es el mejor libro que he leído en este ajetreado 2011. No tengo el menor atisbo de duda. En apenas cien páginas el autor aborda la existencia humana con más profundidad de la que consigue Javier Marías en sus tochos amazacotados de quinientas, y eso es un mérito al que solo unos pocos elegidos pueden aspirar. Quiero repetirlo hasta la saciedad: lo más difícil es retratar al mundo con unas pocas pinceladas y hacer que cualquiera pueda entender el lienzo y reflexionar. Sencillez y contundencia: son esas las armas más afiladas de la literatura. En esta sublime obra maestra de la literatura, destinada a convertirse en clásico, el pequeño Morfeo, protagonista y elemento aglutinante de toda la narración, sufre un accidente durante una Navidad de los años cincuenta que le provoca un fuerte traumatismo: una persiana se sale de las bisagras y lo golpea en la cabeza. Lo que sigue puede ser interpretado como un largo delirio, un viaje de ensueño en el que Morfeo crece, se convierte en escritor, descubre el mundo y sufre. Una vida a merced de los fármacos, de las teorías de los médicos acerca de una epilepsia como secuela del accidente, de luchas constantes a la espera de que aparezca el ángel bueno y lo ampare con sus alas. Ya, porque los ángeles caídos, los que perdieron la Revolución Celeste y fueron desterrados a la Tierra, están entre nosotros y luchan por el bien de los seres humanos. El problema es que no podemos seguirles el rastro; un ángel no está ahí siempre, o no sería un ángel. A veces llega y otras te abandona. No saber nunca cuándo pueda llegar constituye la esencia y el rastro del ángel. El siguiente párrafo, que reproduzco en lengua original, es literatura de primerísima calidad:

"È un trucco di cui l'uomo non si rende conto. Questo ospedale è il mondo, lo stesso mondo di prima, anche se ora non lo riconosci più. Il mondo è un enorme ospedale. Tutti cerchiamo di guarire, di non soffrire troppo, di uscirne vivi ancora una volta, di cambiare qualcosa per sempre. Chi ha soldi può credere che potrà guarire dal mondo in fretta, comprerà ogni primario, medicina, privilegio e comodità, entrerà nella camera lussuosa, si sdraierà sul letto a baldacchino. Si illuderà che nessun virus potrà entrare lì dentro, e se entrerà verrà stanato e ucciso in fretta. Ogni dolore che entrerà in un attimo uscirà. Sarà presto deluso. Soffrirà come gli altri, non c'è moneta per guarire dal mondo. Il povero invece dovrà subito subire le solite umiliazioni, il dolore vorrà seguirlo anche in ospedale, come un maligno servitore. Continuerà a ripetere che è ingiusto, perchè la sfortuna tocca sempre a lui? Non c'è posto, lo cacciano, non riesce neanche a entrare nella stanza della guarigione. Muore davanti ad una porta chiusa. Oppure talvolta entra ed incrocia la bara del ricco che ci è appena morto. Un breve sollievo, ma il dolore è fuori, lo ha aspettato con pazienza (pág. 74).


Cruzo los dedos para que alguna editorial española se anime a publicar este diamante literario en el 2012, si puede ser antes de que se acabe el mundo. La pelota ahora está en vuestro tejado. Felices fiestas a todos.