martes, 19 de abril de 2011

KNOCKEMSTIFF, de Donald Ray Pollock

Compré el libro a pesar del título impronunciable. ¿En serio existe un sitio con ese nombre? Parece ser que sí. Antes que nada, encomiables tanto la traducción de Javier Calvo como el prólogo de Kiko Amat. Buen trabajo. Ahora una pregunta: el libro por antonomasia sobre la América profunda. Respuesta: Knockemstiff, de Donald Ray Pollock, publicado en español por la prometedora editorial Libros del Silencio. Una novela cojonuda que a menudo recuerda al maestro Sherwood Anderson, compuesta por dieciocho relatos engarzados que cuentan la vida de los habitantes de una hondonada perdida en mitad del estado de Ohio donde reina la desesperanza más absoluta. Se narra la historia de gente a la deriva, tipos desaliñados que no solo no consiguen escaparse del pueblo, sino que ni siquiera logran mantener a flote lo que queda de sus vidas destartaladas. Mejor los relatos en primera persona que los en tercera; tienen más fuerza narrativa y se nota desde las primeras líneas, como en La vida real, Knockemstiff (para mí el mejor relato del libro), El destino del pelo, Hondonada, Bendecido y Combate. Aquí van algunos fragmentos:

"Cuesta creer que haya gente tan pobre en este país -dice el hombre-. Viviendo en el país más rico del mundo" (Knockemstiff, pag. 76).

"Tal vez se estaba volviendo un maníaco sexual, igual que su tío Carl, pensó. Se imaginó en el manicomio que había sobre la colina de Athens, compartiendo una celda acolchada con el loco de su tío, intercambiando historias repugnantes sobre los viejos tiempos y discutiendo sobre quién la chupaba mejor, si Barbie o Ken" (El destino del pelo, pag.87).


"La primera vez que lo oías hablar de aquello te daba la impresión de que estaba como una puta cabra, pero la verdad era que sólo intentaba aferrarse a algo que llenara sus días para no tener que pensar en el puto desastre en que se había convertido su vida. A la mayoría nos pasa lo mismo; puede que olvidar nuestras vidas sea lo mejor que hagamos nunca" (Hondonada, pag. 234).


Demos la bienvenida a uno de los mejores escritores de América.